Sal

La sal es imprescindible en nuestra alimentación.

Historia

De ser considerado uno de los alimentos básicos para la salud humana y utilizarse como pago de los servicios prestados (el salario), ha pasado ha constituir el enemigo publico número uno, al que siguen las calorías y las grasas.

Ya nadie se acuerda de aquellas épocas en que los soldados partían a las guerras con su ración de sal.

Sus efectos curativos han quedado tapados y en su lugar se dice que produce un sinfín de enfermedades e incluso los naturistas abogan por una supresión de la sal de cocina, aduciendo que con los alimentos ingerimos suficiente sal.

Consumo de sal

La sal es imprescindible en nuestra alimentación y no resulta recomendable suprimirla en su totalidad, ya que es necesaria para la vida.

Hay que tener en cuenta, solamente observando, que la naturaleza no es tan desproporcionada como para que algo tan poco útil exista en tan grandes cantidades.

El aire, el agua, la tierra y la sal son elementos que se encuentran por doquier, con abundancia, y que existen independientemente de que el hombre intervenga o no, y  que su misión es asegurar la supervivencia de los seres, no dañarles.

La abundancia de sal, por tanto, es una necesidad vital.

Las mayores controversias se suscitan en averiguar cuál es la cantidad necesaria mínima para sobrevivir, qué cantidad debemos aumentar según sean las demandas corporales y en qué proporción se debe disminuir en algunos enfermos.

El significativo hecho de que en los hospitales se aplique sistemáticamente una solución de cloruro sódico a todos los enfermos debiera hacernos meditar, por más que dicha aplicación sin el soporte del potasio y magnesio sea equivoca da.

El sodio por supuesto interviene en la regulación de la presión arterial, así como un exceso contribuye a la hipertensión rebelde a cualquier tratamiento.

Tratar de eliminar la sal de las comidas en un intento de bajar cifras muy altas de tensión arterial solamente proporcionará resultados parciales, pero nunca la curación de dicho síntoma, ya que las personas hipertensas siguen con sus trastornos.

Una prueba de que la sal solamente actúa en personas enfermas es que las personas con tensión sanguínea normal no ven modificadas sus cifras si toman sal.

La tendencia actual de suprimir la sal en los alimentos infantiles es una moda más, como antes ocurrió con el pan el aceite, el azúcar y los productos harináceos.

Pero mientras esta moda siga, la población acarreará sus consecuencias y lo curioso del caso es que los médicos se ven influenciados por estas modas y presiones, basadas la mayoría de las veces en pruebas incompletas, y todos recomiendan las mismas cosas o suprimen los mismos alimentos, aunque ellos no tengan unas experiencias personales que les demuestren la utilidad de estas dietas.

Las experiencias más actuales demuestran que la hipertensión es más un factor genérico o dietético y que la influencia de la sal no la agrava, ya que cuando estas personas volvían a recuperar su exceso de peso o dejaban de cometer errores en su alimentación, la hipertensión desaparecía y el consumo de sal no les perjudicaba.

Solamente la conjunción de una serie de factores genéticos, ambientales y patológicos puede motivar que el consumo adicional de sal pueda ser perjudicial.

La sal común de cocina es una sustancia obtenida a partir de la sal marina y que mediante un proceso de cristalización y secado se la separa del resto de los componentes.

Esto que en un principio no se realizaba, la gente consumía sal pura, los comerciantes obligaron a ello para evitar que la sal se apelmazara en los recipientes, ya que sus propiedades higroscópicas le conferían la propiedad de absorber y retener agua.

La sal pura, por tanto, se conservaba muy poco tiempo suelta, pero en el proceso de separación de cloruro sódico se perdían unos elementos imprescindibles.

Hoy día la sal que nos suministran sigue siendo cloruro sódico puro, sin más, e incluso la sal refinada de mesa ha sido sometida a un nuevo proceso de blanqueado y triturado que la hace aún más desequilibrada.