Pera

La pera es una fruta indispensable para las dietas de adelgazamiento.

Historia

Esta fruta es originaria de regiones de Europa oriental y de Asia occidental, donde ya se cultivaba por los griegos y los romanos desde tiempos antiguos.

El origen de la pera es inseparable al de la manzana, a la vez que también existen innumerables variedades.

Consumo

La pera es una de las frutas más sabrosas si se consume en su punto perfecto de maduración porque en ese estado, la boca se llena de agua.

La conservación de la pera no es tan fácil, ya que se pasa muy rápido.

Tomar zumo de pera ayuda a combatir la cistitis y los problemas de vejiga, además de actuar como purificador de la sangre.

La acción conjunta de las peras y las guayabas constituye un revitalizante perfecto.

Las peras desecadas contienen mucho azúcar, así que son una buena fuente de energía.

Propiedades de la pera

La pera contiene un alto porcentaje de agua, más del 10 de azúcar, pequeñas cantidades de grasa y proteínas, algo de fibra y, en lo referente al aporte vitamínico, predomina la vitamina C, algunas vitaminas del grupo B y algo de vitamina A.

La pera calma el nerviosismo, favorece las funciones glandulares internas, normaliza la tensión arterial, depura la sangre y los pulmones y da también buenos resultados contra la pereza intestinal, las enfermedades de la garganta y todas aquellas que van acompañadas de un gran consumo de energía (tuberculosis, astenia, anemia, etc.) .

La combinación de sus azúcares naturales, pectina, taninos y el potasio permite disolver el ácido úrico del organismo.

Nutrición

La pera fresca contiene azúcar, pectina, tanino y las siguientes sales minerales, potasa (que junto con el tanino disuelve y elimina el ácido úrico en los enfermos de artritis, gota y reumatismo), fósforo (que equilibra las funciones nerviosas), sodio (que contribuye a la asimilación), calcio (que preside la osificación y el equilibrio general y que regenera sustancia de los nervios), azufre (que desinfecta y evita las putrefacciones), cloro (que contribuye a la formación de huesos y tendones), manganeso (cofermento de las oxidasas), yodo (glándulas), óxido férrico y ácidos fosfórico, sulfúrico y salicílico.

Beneficios

Las peras son beneficiosas para la hipertensión sanguínea, el asma o la anemia, y para el buen funcionamiento intestinal.

Así son muy recomendables en aquellas afecciones como la gota, el reuma y la artritis.

La pera secada al sol es muy rica en azúcares naturales e hidratos de carbono, y tiene además gran valor como alimento energético.

Cocida a fuego lento durante una hora, a razón de 40 o 50 gramos por litro, da una bebida de sabor agradable, refrescante y diurética.

Remedios

En periodo de cura, puede tomarse de 1 kilo a un 1 kilo y medio de peras frescas al día, en ayunas y repartiendo la cantidad restante entre el comienzo de las dos comidas principales y la merienda.

El jugo puede beberse en dosis de dos a tres diarios.

Con 30 o 50 gramos de hojas de peral (un buen puñado) por litro de agua se elabora una infusión de inestimable valor desinfectante para tratar las enfermedades de la vejiga y como adyuvante del tratamiento de la cistitis, la prostatitis y los cálculos urinarios, tómense de 3 a 5 tazas al día.

La decocción de la corteza del peral, preparada con 50 gramos por litro de agua, se emplea en uso externo para lavar y cubrir las heridas y llagas átonas.

Se puede preparar una bebida hirviendo 60-80 gramos de peras desecadas en un litro de agua durante 15 minutos.

Después, se deja reposar durante 30 minutos.

Se bebe este zumo cuando se sienta cansado y nervioso o cuando se padezcan síntomas premenstruales.