Grosella
Comer grosella te ayudará a prevenir infecciones.
Historia
La grosella es una fruta que se da espontáneamente en climas templados aunque es originaria del cercano oriente en la variedad negra, y de Europa en la variedad roja.
Cocina
La grosella se utiliza en la cocina para preparar mermeladas, postres, confituras, zumos, etc.
Propiedades de la grosella
La grosella posee propiedades alcalinizantes, diuréticas y ligeramente laxantes, indicadas en casos de fiebres infecciosas, crisis de artritis, gota y reumatismo y afecciones inflamatorias de los aparatos digestivos y urinario.
Para el tratamiento de todas estas enfermedades se prescribe la ingestión del zumo en grandes cantidades diluido en agua si existe fiebre.
Beneficios
Combaten los trastornos reumáticos y digestivos.
La grosella espinosa es la variedad más conveniente para descongestionar el hígado y favorecer las deposiciones y es igualmente favorecedora de la construcción de los huesos y la conservación de la dentadura.
La grosella roja, sin embargo, más rica en ácidos málico, cítrico y tartárico, está más indicada para favorecer la eliminación de uratas, ácido úrico y otras toxinas en los enfermos de artritis.
Nutrición
Contiene cantidades importantes de azúcar, nitrógeno, potasio y ácidos málico, cítrico y tartárico.
En su análisis se detectan además calcio, fósforo y bromo (calmante de los nervios).
Gracias a su contenido en vitamina C, es antiescorbútica y estimulante del apetito, ensalivación, el peristaltismo intestinal y la emisión de orina.
Remedios
Desde hace mucho tiempo se han utilizado para curar dolores de garganta y otras dolencias como la amigdalitis.
Para las curas es necesario recurrir al jugo recién exprimido, que puede ingerirse en dosis de 100 a 150 gramos diarios, divididas en dos tomas, una en ayunas y la otra antes o durante las comidas.