Higo

El higo es una fruta muy nutritiva.

Historia del higo

Incluso Homero nombraba ya a la higueras en la Odiseda, árbol que se hace viejo con una rapidez extraordinaria y que crece en zonas templadas.

El higo es un alimento energético por excelencia y los atletas griegos lo utilizaban para mejorar sus marcas, así como también ha formado parte esencial de la dieta de cargadores de muelle y campesinos de todo el mundo mediterráneo.

Cocina

Una comida integral completa y altamente nutritiva, puede estar compuesta por higos secos, almendras y pan integral.

Una aproximación a esto lo teníamos en la época de la posguerra en un alimento infantil llamado pan de higo, el cual ha dejado de consumirse en el momento en que la penuria económica desapareció.

Consumo

Consumido fresco, bien maduro, es muy digestivo y suelta una sustancia verde, llamada látex, que le confiere propiedades suavizantes de la mucosa gástrica.

Sin embargo, es el higo seco el preferido por la gente, ya que sus cualidades nutritivas aumentan grandemente, al igual que ocurre con todas las frutas ricas en azúcar que se dejan secar.

Propiedades

Es un alimento equilibrador y de inestimable valor para el sistema nervioso, y posee propiedades laxantes y pectorales que lo convierten en un importante depurativo de las vías intestinales y respiratorias.

El higo fresco, contiene agua sobre todo, sin embargo, la sangre vegetal del higo es un precioso líquido que después de su reducción y desecación, se transforma un conjunto de materias nitrogenadas y grasas y, principalmente en azúcares.

Entre sus propiedades destacar que actúa como laxante, en inflamaciones intestinales, depurativo de la sangre, tónico, diurético, antiinflamatorio urinario y pectoral.

Beneficios

Su principal virtud curativa es su efecto mucolítico y expectorante, así como en la capacidad de anular la tos rebelde.

Para ello se coge medio kilo de higos secos y se pone a cocer junto con un litro de vino tinto durante el tiempo necesario hasta que el vino desaparezca.

Resulta más completo si le añadimos miel de romero.

Una vez finalizada la cocción nos encontraremos con una especie de puré consistente, el cual se puede tomar perfectamente, ya que su sabor es muy agradable.

Si se toma por la noche, el enfermo dormirá prácticamente sin molestias pulmonares y a la mañana siguiente habrá desaparecido la mayor parte de las mucosidades, así como la fiebre.

Remedios

Con el higo seco se obtienen diversas preparaciones, todas ellas de gran utilidad medicinal.

Aplíquese, por ejemplo, una pieza cocida en agua (o mejor en leche) y cortada en dos sobre abscesos o forínculos  para acelerar su maduración, y sobre las encías afectadas por un flemón para aliviar el dolor y precipitar la evolución de éste.

El jarabe de higos secos, calmante del dolor de garganta y de la tos y laxante suave, se prepara cociendo 5 ó 6 higos en un cazo con agua hasta que espese el líquido que deberá tomarse a cucharadas en la cantidad que se desee.

Los higos secos tomados en ayunas después de dejarlos en remojo la noche anterior, constituyen un buen remedio contra el estreñimiento persistente, aunque el tratamiento debe durar algunas semanas.

Localmente, en forma de cataplasma, sirve para hacer madurar abscesos y forúnculos.