Manzana
Historia
La manzana es tan antigua que se la conoce desde la prehistoria.
Aunque otras frutas están tratando de quitarla de su puesto como reina indiscutible, lo cierto es que las virtudes de la manzana no pueden ser superadas por ninguna otra.
Cocina
Para aprovechar todos los valiosísimos elementos de la manzana, es preferible tomarla en estado natural, es decir, cruda.
El «té» de manzana se prepara hirviendo durante un cuarto de hora dos o tres manzanas gruesas en un litro de agua.
También se obtiene otra infusión con las mondas de la fruta fresca o seca, hirviéndolas durante algunos minutos.
Consumo
Las extraordinarias propiedades de su piel hacen que se pueda conservar perfectamente en frigorífico y así gozar de su consumo en cualquier época del año.
Para beneficiarse del consumo de esta fruta, se debe introducir en todas las comidas ya que no existen riesgos de tomarla en exceso.
Constituye además la mejor merienda para los niños, porque es muy nutritiva y no sobrecarga el estómago.
Sin embargo es posible hacer un período de adaptación si no se tiene el estómago demasiado habituado a ella.
En tal caso, se puede mezclar la manzana rallada con miel o con otras manzanas previamente cocidas.
Asada al horno o en compota, la manzana tampoco es de desdeñar, pero es necesario comer también la piel porque contiene gran cantidad de principios útiles.
Aunque se conocen cerca de dos mil variedades de manzanas, podemos dividirlas solamente en dos, según sea su grado de acidez, siendo las menos ácidas como las más apropiadas para el consumo y las otras para la fabricación de sidras y espumosos.
Propiedades de la manzana
La manzana es una fruta de piel suave, fina y lisa, de pulpa maciza y homogénia, y con un corazón en el cual se alojan las semillas en cinco compartimientos.
La variedad conocida como «perón», a causa de su forma de pera y de color blancuzco, no es ácida y su sabor es altamente agradable.
De propiedades muy diferentes al resto, su cultivo se está generalizando cada vez más, ya que parece ser que está polarizada magnéticamente, lo que le confiere unas propiedades muy interesantes, entre las que no falta su perfecta compatibilidad con el resto de los alimentos, incluidas las hortalizas y las féculas.
Las propiedades medicinales de la manzana, sin embargo, están más en función del resto de sus componentes que de sus complejos vitamínicos.
Y así, nos encontramos con que su extraordinaria riqueza en potasio le confiere propiedades diuréticas importantes y con ello se eliminarán concentraciones anormales de ácido úrico, por lo que resulta interesante el comerlas después de la carne.
El potasio también es útil para el buen funcionamiento del tono muscular, corregir los excesos de cloruro sódico y mantener en buen funcionamiento al bazo e hígado, mucho más si se le administra en jugo, ya que así descongestiona el hígado.
La propiedad de eliminar ácido úrico hace que la manzana sea indiscutible para la curación de la gota, calmando rápidamente los ataques mejor que ningún fármaco, lo mismo que mejora los casos crónicos de artritis debidos a la misma causa.
Su alto contenido en fibra (celulosa) produce un aumento de los movimientos peristálticos y su pulpa, así como su piel contribuye por tanto a curar los casos más rebeldes de estreñimiento.
Un dato curioso es que también cura las diarreas merced a su contenido de pectina, agente gelificante con efectos antitóxicos, y además contribuye a la formación de lisozima, una distasa que destruye las bacterias intestinales patógenas.
Esta acción normalizadora de la flora intestinal se ve reforzada por la presencia del ácido málico, el cual actúa como desinfectante y acidificante de la flora intestinal, normalizándola.
El ácido tánico contenido en su fruto complementa esta acción antidiarréica al formar una película protectora en la mucosa del intestino, aislándola de la acción irritante de ácidos, productos químicos y bacterias.
La eficaz acción de la manzana sobre el aparato digestivo la hace igualmente útil en la lucha contra la colibacilosis e incluso el paratifus, así como en la curación definitiva de la úlcera gástrica y duodenal.
La conveniencia de utilizar la manzana cruda, cocida o rallada, está en su grado de tolerancia y parece ser que la cruda es útil para las personas sanas y estreñidas, la cocida para aquellos que padecen dispepsia, gastritis, úlceras, colon irritable, diarreas o gastroenteritis, y quedando la rallada como el mejor medio de curar diarreas agudas.
Cuando se trate de problemas febriles o exceso de ácido úrico será más conveniente dar tisanas del jugo fresco o el producto de hervir las semillas o la piel.
Otras propiedades curativas de interés se centran en la prevención de la arteriosclerosis y los infartos, en la mejora de la diabetes, en la cura de la anemia, en la prevención de gripes y demás infecciones virales, en la limpieza y en la descongestión del aparato pulmonar.
A su inestimable riqueza medicinal se suma el hecho de que la manzana está a disposición de quienes quieran beneficiarse de ella en todas las estaciones del año.
Entre su valor alimenticio, contiene gran abundancia de sales minerales y otras sustancias diversas.
Beneficios
La manzana es rica en vitamina A, cuya carencia entorpece la excreción del mucus intestinal.
Y este mucus contiene lisozima, diastasa que disuelve las bacterias infecciosas del intestino.
El fruto seco más rico aún en vitamina A, acelera rápidamente esta excreción del mucus con lisozima.
De esto se desprende que la manzana es un poderoso desinfectante del intestino.
Dicho sea de paso, la carencia de vitamina A se manifiesta también por la presencia de úlceras en el tubo digestivo, cuyas paredes, al no estar ya protegidas por el mucus encargado de esta función, son rápidamente atacadas por la secreción clorhídrica del estómago.
La manzana es pues útil para prevenir incluso curar las úlceras.
Merced a su tanino y sus sales potásicas con ácidos orgánicos, se opone a la formación del ácido úrico ya que el primero hace disminuir el número de leucocitos en descomposición, causantes en primer grado del origen del ácido úrico, y las segundas neutralizan los ácidos resultantes de la albúmina, tanto alimentaria como de los tejidos.
Nutrición
Se sabe de su riqueza en potasio sodio, bromo, cal, arsénico, silicio, magnesio, cloro, albumina, un óxido férrico y ácidos fosfórico, galotánico, fórmico y capróico, tiene asimismo ésteres amílicos y caprílicos que le dan su aroma, y además geraniol, acetaldehido, pectina y muchas vitaminas.
La combinación de algunas de estas sustancias confiere a la manzana sus importantísimas propiedades terapéuticas.
Remedios
La manzana es apta para cualquier tipo de enfermo.
Se recomienda la «dieta de manzanas» contra la diarrea infantil.
Dicha dieta consiste en hacer al niño manzanas ralladas como único alimento durante el tiempo que duren las deposiciones líquidas.
La acción beneficiosa de la manzana sobre el intestino se aplica también en el tratamiento de las paratíficas y la colibacilosis.
Se emplea asimismo para estimular suavemente los riñones y facilitar la emisión de orina, así como para combatir todas las manifestaciones de la artritis (gota, reumatismo crónico, herpes, etc.), los cálculos renales y la oliguría (emisión insuficiente de orina).
Se suele aplicar la cura de manzanas y verduras (tomates cocidos al vapor) en la diabetes azucarada de los niños, con buenos resultados.
La manzana, recomendada también a la mujer encinta, es además un enérgico remedio de la vagotonia, afección que se describe como una anomalía constitucional particular caracterizada por una sensibilidad especial del sistema nervioso autónomo regido por el neumogástrico, que acarrea una serie de trastornos entre los que cabe destacar la braquicardia (relentización de las palpitaciones cardíacas), tendencia a los sincopes y a la ansiedad miosis (estrechamiento del iris) con alargamiento de la abertura parpebral, transpiración localizada en las extremidades ensalivación hiperclorhidria, estreñimiento espasmódico con deposiciones diarréicas y trastornos respiratorios.
Si señalamos finalmente que la manzana atenúa también las cirisis articulares de la gota, tonifica los bronquios y limpia las vías respiratorias, se comprenderá la necesidad de dedicarle un papel importante en la composición de los menús.
También es apta para cualquier tipo de enfermo.