Membrillo

El membrillo constituye un alimento muy nutritivo.

Historia

Al igual que las manzanas y las peras, es originario del norte de Persia.

Para los griegos, el membrillo era símbolo del amor y la fecundidad, y los recién casados, antes de entrar en la habitación nupcial, debían comer un membrillo.

Cocina

El membrillo es muy aromático.

A partes iguales con la manzana, resulta un acompañamiento exquisito para otros platos.

También se utiliza en jaleas y mermeladas, a las que aporta su delicado aroma de miel.

Consumo

Suele llegar al mercado apenas iniciado el otoño y pueden durar hasta diciembre.

Su consumo crudo no es muy habitual pero en España se utiliza sobre todo para hacer la llamada carne o dulce de membrillo.

No es corriente comer el membrillo tal como se recoge del árbol, lo cual es una lástima ya que se trata de un fruto bastante interesante.

Quienes no puedan tomarlo crudo, deberán prepararlo en compota, cociéndolo previamente en un poco de agua, pasándolo después por un pasapurés y cociéndolo finalmente durante una media hora con su mismo peso en azúcar de caña.

En esta preparación se encuentran la mayor parte de los elementos importantes del membrillo, en especial el tanino, que es astringente, el ácido málico que una vez transformado contribuye a neutralizar la acidez de la sangre, y una peptina que cuenta entre sus propiedades la de frenar las hemorragias aumentando la coagulabilidad de la sangre.

La compota de membrillo es por tanto recomendable para los enfermos de tuberculosis, afecciones pulmonares, bronquiales e intestinales, diarreas y disenterías y para quienes tienen propensión a las hemorragias.

Consumido en fresco, cosa poco frecuente, resulta muy ácido y de carne algodonosa, poco agradable y con menos cantidad de agua que la mayoría de las frutas.

Propiedades del membrillo

El membrillo, que contiene asimismo vitamina A (conservadora de la juventud) y vitamina B (elemento equilibrador del sistema nervioso, de las materias nitrogenadas y del azúcar), constituye un alimento bastante nutritivo.

El membrillo tiene un alto contenido en celulosa, un 19 %,  un 7 % de azúcares y pequeñas cantidades de grasa y proteína, además de la vitamina C y B.

Su contenido de vitamina B lo hace también aconsejable para regular el sistema nervioso.

Remedios

Hirviendo en un litro de agua durante 20 o 30 minutos dos o tres piezas cortadas en pedacitos se prepara una tisana tonificante del estómago y el intestino.

Esta misma preparación puede inyectarse contra el prolapso (descenso del útero, o utilizarse en lavados contra el descenso del recto o las diarreas prolongadas).

Tampoco debe desdeñarse el mucilago de las semillas que se prepara haciendo macerar un buen puñado de éstas en una taza de agua tibia.

La mezcla obtenida atenúa los dolores inflamatorios, tales como los de los sabañones, determinadas hemorroides, grietas en los senos y demás irritaciones.

Al contener mucha pectina, además de tanino y ácido málico, se convierten en un fuerte astringente que puede ayudar a neutralizar la acidez de la sangre.

El membrillo se puede utilizar para detener hemorragias y para fluidificar la sangre.

Las personas que padecen del corazón pueden beneficiarse en especial de esta fruta, ya que sustituye la media aspirina que se recomienda en la actualidad.

Igualmente alivia los dolores de aquellas mujeres que padecen reglas dolorosas.

Favorece el buen funcionamiento intestinal.

Es una bebida muy nutritiva para la diarrea, la colitis, la enteritis y las hemorroides.

Para hacerla basta con cortar tres membrillos en pequeños dados, se lleva a ebullición en un litro de agua y se cuecen lentamente durante 30 minutos.

Se dejan enfriar y se añade miel.