Ciruelas
Es una buena costumbre sustituir los caramelos y golosinas que reclaman los niños, por ciruelas pasas.
Historia
La más popular de todas las ciruelas es la conocida como «ciruela claudia», ya sea verde o dorada y hay que comerla bien madura, ya que si no es así es muy indigesta.
Consumo de ciruelas
Se recomienda consumirlas solas y mejor en ayunas, o en su defecto antes de las comidas para aprovechar al máximo su buen efecto laxante, y después de las comidas cuando se trate de enfermos de estómago delicado.
Propiedades
Es un alimento energético debido a su riqueza en hidratos de carbono y diurético porque su celulosa enérgicamente sobre el intestino.
La ciruela pasa es también muy nutritiva y tonifica el sistema nervioso por sus sales, sus fosfatos y su oxidasa (vehículo del oxigeno).
Contiene 12 gr. de hidratos de carbono, 0,6 gr. de proteínas y 0,2 gr. de grasas, así como una cantidad considerable de azúcar cuando está seca (44 por 100).
También es rica en vitamina A (13 mg.), hierro, calcio, magnesio, potasio, sodio y manganeso, pero pobre en vitaminas B y C.
Beneficios
Son útiles para los enfermos hepáticos o con cuadros de intoxicación diversa, así como en el reumatismo, gota, arteriosclerosis, escasez de orina y cualquier caso de sobrecarga nerviosa o intelectual.
La ciruela está especialmente indicada en el tratamiento del estreñimiento y para el desgaste de energías por exceso de trabajo.
Regenera los nervios y estimula los centros nerviosos por la acción del magnesio y el fósforo que encierra.
Mejora también las funciones renales.
Remedios
La ciruela debe tomarse abundantemente, por la mañana en ayunas y al comienzo de todas las comidas.
Se comen crudas, después de un remojo previo de 12 horas en un poco de agua.
Se recomienda su empleo a los estreñidos, los biliosos y los afectados de hemorroides.
En caso de estreñimiento pertinaz, macerar entre 10 y 20 ciruelas durante toda una noche, en una decocción de bardana (preparada con una cucharadita o una cucharada de ésta según el caso y la edad).
A la mañana siguiente deben comerse las ciruelas y beberse el líquido.
Para una acción más intensa, completar la cura con dos o tres vasos diarios de zumo fresco, bebido entre las comidas o durante las mismas.