Dátil

El dátil es un alimento de extraordinario valor.

Historia

El dátil es una de las frutas más completas en cuanto a cualidades nutritivas y con la cual se alimentan ciertas tribus nómadas durante largos periodos.

Fruto del datilero o palmera datilera, este árbol crece en zonas desérticas de África y Asia, alcanzando en algunas zonas, como Argelia, Túnez y Egipto, cultivos enormes que son distribuidos posteriormente a todo el mundo.

El dátil, que forma parte de los denominados «trece postres de Navidad«, es el alimento básico de los nómadas y de los habitantes de los montes argelinos de Ksour que lo consumen en cantidades que oscilan entre los 150 y los 200 kilos por año.

Propiedades del dátil

El dátil es un alimento de extraordinario valor.

Ocupa uno de los primeros puestos entre todas las frutas por su contenido en fósforo y calcio, que es además de proporciones muy semejantes a las del cuerpo humano.

Ostenta un notable poder calcificante y recalcificante, debido a su riqueza en vitamina A (del crecimiento), necesaria para la fijación del calcio y vitamina B, antineurética y nutritiva.

Según los datos científicos, las necesidades diarias en hierro del organismo humano son del orden de 0,9 mg, y como el dátil contiene de 3,6 a 5 mg por cada 100 g., se comprenderá que no es necesario hacer un consumo exagerado para satisfacer estas necesidades.

Considérese que hace falta un cubo de agua para producir un kilo de dátiles, y que la concentración del agua sahariana en sales magnésicas es tal que confiere al dátil, fruto de estos oasis, unas propiedades inigualables que explican la ausencia del cáncer en las poblaciones indígenas para las que constituye el alimento básico.

Beneficios

Se sabe que el magnesio va desapareciendo progresivamente del cerebro con la ancianidad, de ahí que remediar esta degradación, convenga el aporte de sales nuevas y vivas, como las que el dátil puede introducir en el organismo.

Añadir también que el magnesio es de valor inestimable para la próstata y los riñones.

Cuando el riñón deja de filtrar los azúcares, sobreviene la diabetes, y  con una sola taza de magnesio basta a veces para restablecer las funciones renales, los diabéticos deben recurrir a este alimento, que les proporcionará también las vitaminas B, que presiden la asimilación y la utilización por parte del organismo de determinadas de los alimentos (en especial los hidratos de carbono).

Los deportistas deberían recordarlo más a menudo al someter sus músculos a un régimen de fuerza.

Composición

Extraordinariamente rico en hidratos de carbono complejos, y por tanto directamente asimilables, es un alimento calórico por excelencia (255 calorías y un total de 60 gr. de carbohidratos), así como muy rico en fibras (2,7 mg.).

La escasa cantidad de grasas (0,4) así como de proteínas (1,4) le hacen ser un alimento especialmente energético, indicado para deportistas o personas debilitadas.

Nutrición

Su valor nutritivo aumenta cuando se le consume seco o semiseco, variedad ésta que es la más habitual en el comercio.

Los datos científicos indican también que el organismo humano precisa un consumo diario medio de 250 mg de magnesio, y 100 gramos de dátiles ya contienen 63 mg. por lo tanto, el consumo de medio kilo de esta fruta, excluyendo cualquier otro alimento, sobrepasa con creces la cifra aconsejada.

Y, lo que es más, se trata de sales vivas, preparadas por el mundo vegetal para su asimilación por el cuerpo humano y animal.

Los trabajos han dado como descubrimiento de que una carencia de magnesio favorece la predisposición al cáncer, de ahí el interés que tienen los alimentos ricos en esta sal.

Aparte de su valor anticancerígeno, el magnesio constituye un catalizador indispensable para el buen fin de determinadas fases de la nutrición, tonifica la energía muscular y nerviosa y estimula, junto con el fósforo, las funciones intelectuales.

Valor energético

Señalar que las necesidades diarias del hombre en calorías se han estimado en 3.000 calorías, y que 100 gramos de dátiles, proporcionan ya 350 calorías.

Basta por tanto un kilo para asegurar con mucho la combustión diaria.

Señalar que para un aporte calórico mínimo (equivalente a un 70% del azúcar), el dátil posee un valor alimenticio muy superior al doble del azúcar, ya que el suyo es un azúcar vivo y de muy distinta asimilación.

Comentar asimismo el extraordinario poder energético del dátil, consecuencia del hecho de que para conseguir su maduración es necesaria una media de temperatura comprendida entre los 29 y los 30 grados durante seis meses, lo que da un total aproximado de unos 6.000º, a diferencia de los 3.000º escasos que precisa el trigo por ejemplo.

Este poder energético le confiere un valor inestimable para suplir las necesidades más imperiosas del ser humano en especial en edad infantil.

Cocina

Los dátiles prensados antes de desecación sirven para elaborar panes, pasteles (brissa) y tortas (agoa), los cuales, por no sufrir transformaciones, se conservan durante largo tiempo soportando los largos viajes a través del desierto.

Reducidos a polvo dan una harina muy utilizada por los pueblos nómadas, y el jugo que destilan durante el proceso de desecación, llamado miel de dátiles (dibs) sustituye a la miel y la mantequilla en la preparación de los alimentos.

Los nómadas consumen también el dátil seco y endurecido por contacto con el aire, y lo almacenan y comprimen en pieles de carnero para hacer una pasta compacta que se corta a rebanadas en el momento de la utilización.

Consumo

Los que se venden en nuestras ciudades suelen estar recubiertos de glucosa u otras sustancias que impiden su completa desecación.

El dátil así tratado tiene mejor aspecto, pero pierde propiedades medicinales.

Es conveniente, por tanto buscar los que no hayan sido sometidos a tratamiento de ningún tipo.

Los niños pueden consumir dátiles a voluntad y preferentemente en el desayuno con pan integral.

Al final de las comidas constituyen un postre muy delicado y estimado.

Variedades

Sabemos que los romanos conocían diferentes variedades de dátiles (balani), los quideos y los reales, reservados los primeros al culto de los dioses y los segundos a la mesa de los reyes.

En nuestros días predominan dos variedades, el dátil blando Deglet Nour (que significa «dedo de luz en árabe), y el dátil seco Degla-Beida.

Los siagres y los margárides, así llamados por parecerse su forma a la de las perlas.

Los sandálides, cariotes, y  patetas, tan ricos en jugo que reventaban en el árbol y tan embriagadores que diría que habían sido pisados como la uva.

Todos ellos poseen un sabor muy agradable cuando están frescos, y solo se dejan de comer cuando se teme que sienten mal por exceso de cantidad.

Remedios

Contribuye a hacer desaparecer el acné juvenil.

Regenera las células nerviosas, y su fósforo remedia todo tipo de carencias.

Todos los estados carenciales se combaten con un tratamiento de medio kilo de dátil diario durante un mes.

La importancia de esta fruta es enorme a la hora de prevenir y curar los procesos de anemia, debido a las propiedades regeneradoras de los glóbulos rojos que posee el hierro.

El caso del magnesio es aún más señalado.

Entre sus propiedades curativas están la de ser un buen mucolítico en los trastornos de aparato respiratorio y también un regulador del peristaltismo intestinal, gracias a su efecto laxante.