Agua hervida

El agua hervida llega a tener características similares al agua de lluvia o hielo.

Agua hervida

Otra costumbre muy extendida es hervir el agua que vamos a añadir a los biberones de los bebés, en un intento de suministrarle agua bacteriológicamente pura.

Está tan extendida esta costumbre que hasta existen hervidores fabricados para tal fin, los cuales son recomendados por pediatras y farmacéuticos.

Pero este hábito quizá tuviera su porqué en épocas de guerra o hace cincuenta años cuando el agua no era tan potable como ahora, pero en la actualidad es un sin sentido que causa más daño que bien.

El agua hervida pierde por evaporación la mayoría de sus sales, así como el oxígeno, y llega a tener unas características similares al agua de lluvia o hielo, la cual todo el mundo está de acuerdo en que no se puede consumir, ya que no se absorbe y da lugar a retortijones abdominales.

El batir el agua antes de dársela al niño restituirá en parte su contenido en oxígeno, pero no así en sus sales minerales, cuya carencia dará lugar a un siníin de trastornos digestivos entendidos como gases,eructos, que los padres tratarán de mitigar administrando manzanillas o anises elaborados con agua hervida.

Ningún niño tiene las defensas tan empobrecidas como para que su vida esté en peligro si el agua potable contiene alguna bacteria, pero aunque así fuera el hervir el agua no apenas para nada, ya que el E. Coli (la bacteria más presente en el agua) no se muere con facilidad y son necesarios veinte minutos de hervor para destruirlo.

Sin embargo, para eliminar las sales minerales bastan unos pocos minutos.

La solución para todos es sencilla, más agua.