El agua es un elemento necesario e imprescindible para la vida de todos los seres vivos y está presente en todos los organismos, siendo el factor que ha hecho posible la vida en nuestro planeta.
Por ejemplo, una medusa está formada por agua casi en un 99,99%, mientras que en un ser humano alcanza hasta el 75% de agua, pues el porcentaje varía en función del tipo de tejido, siendo más abundante en la sangre y más escaso en los huesos.
El organismo de una persona adulta contiene del 55 al 75% de agua, de los cuales el cerebro y el corazón están formados en un 75% por agua, y la sangre y los pulmones en un 85%.
Entre sus funciones más importantes, el agua regula y transporta nutrientes a las células y la sangre.
Además, el agua ayuda a digerir los alimentos y contribuye a regular la temperatura del cuerpo.