Polen
El polen es el alimento principal de las abejas durante toda su vida.
Historia
Podemos considerar al polen como el órgano fecundativo de la flor, el cual la fecunda depositándose en el pistilo.
Sería el equivalente al espermatozoo humano, tanto en su capacidad de engendrar una nueva vida como en su composición.
En ambos elementos están constituidos todos los ingredientes para perpetuar la especie, de igual manera que ocurre con las semillas.
Esto ya deja bien claro que como elemento nutritivo es uno de los más completos que existe, a fin de cuentas suele constituir el alimento principal de las abejas durante toda su vida.
Consumo
La principal propiedad del polen es su papel como elemento nutriente, sobre todo para aquellas personas desganadas o desnutridas a causa de alguna deficiencia en su capacidad de absorción.
Al contrario de lo que pudiera pensarse, la ingestión por vía digestiva del polen de abeja no da lugar a trastornos alérgicos, ya que solamente por vía respiratoria pudiera dar lugar a estos fenómenos de intolerancia.
Incluso las personas alérgicas al polen, incluidas aquellas que padecen asma alérgica, pueden consumirlo sin problemas.
Sobre esta cuestión hay que matizar que la alergia al polen no existe como tal, sino que son las sustancias extrañas al polen, las cuales se adhieren a causa de la contaminación o el viento, las que producen alergia.
Cuando el polen es sometido a un proceso de microdigestión biológica no produce alergia de ningún tipo, ni siquiera inhalándolo.
Las mejores aplicaciones para su consumo puedan ser por estados crónicos de debilidad a causa de alimentación inadecuada o desnutrición crónica, como es el caso de ancianos o niños enfermizos.
Sus nutrientes suelen bastar para cubrirle las necesidades energéticas durante algunos días, hasta que el apetito vuelva a restaurarse.
Una ventaja del polen sobre el resto de los alimentos es que su metabolización no deja residuos orgánicos, lo que se puede comprobar cuando vamos al servicio.
En las afecciones digestivas tiene efectos múltiples, y así, lo mismo se puede utilizar en una diarrea para restablecer la intestinal disminuida o destruir las bacterias patógenas que ayudar a curar un estreñimiento pertinaz a causa de una alimentación equivocada.
El polen es mejor consumirlo en una sola toma al día mejor en el desayuno, y hay que masticarlo bien con el fin de romper la cutícula de grasa que lo envuelve, ya que de no hacerlo es posible que tardemos horas y días en digerirlo.
Además, esta cutícula es una parte nutritiva muy importante, ya que en ella están sus componentes grasos.
La dosis es variable, pero suele bastar una cucharada sopera en adultos y una pequeña en niños.
Hay que consumirlo un mínimo de quince días y descansar otros quince, ya que con dosis prolongadas la reactivación glandular no mejora y puede dar lugar a fenómenos de rechazo.
Otro inconveniente de tomarlo sin descanso es que los productos de metabolización de sus aminoácidos suelen depositarse en las articulaciones, pudiendo dar lugar a dolores difusos en las articulaciones.
Propiedades del polen
Su riqueza alimenticia es tal que solamente 100 gramos de polen equivalen en aminoácidos esenciales a 500 gramos de carne de vaca o treinta huevos, por lo que las personas vegetarianas preocupadas por su ingestión de proteínas pueden centrarse en el consumo de polen.
Una prueba de esto es que los alpinistas que se alejan de las poblaciones durante algunas semanas, como suele ocurrir en las escaladas al Himalaya, llevan siempre consigo algunos kilos de polen en lugar de kilos de otros alimentos, ya que de esta manera se aseguran la alimentación sin problemas.
Composición
En la composición del polen, es fácil comprobar la riqueza de sus elementos nutritivos, entre los cuales llaman la atención sus azúcares, los cuales llegan a constituir casi el 85 por 100 del total.
Esto le da propiedades como alimento energético sin similitud con ningún otro, ya que estos azúcares son de absorción inmediata y van unidos a la cantidad necesaria de vitamina B1 y calcio para su metabolización.
A la lista sobre las vitaminas hay que añadir también la presencia de cantidades notables de vitamina A (7.000 gammas por 100 gramos) y vitamina E (60 gammas), así como una cantidad importante de ácidos grasos insaturados contenidos en la cutícula que le rodea.
Entre estas grasas están los fitoesteroles, sustancias cuyo parentesco químico con las hormonas sexuales es notorio hasta el punto de utilizarse para estimular la producción de hormonas internas.
Otros componentes igualmente importantes son el factor inhibidor estreptolisina, sustancia cuya propiedad antibiótica es notoria, actuando incluso sobre los virus en fase de maduración y la mayoría de las infecciones del aparato digestivo y pulmonar.
Los dos tienen una importancia decisiva en los procesos de maduración intelectual de los seres en formación, nada extraño si tenemos en cuenta que la función del polen es asegurar el crecimiento de una nueva vida.
Recolección
El polen que normalmente existe en los comercios es aquel que se queda prendido en las patas de las abejas y que es recogido mediante unos pequeños recipientes cuando entran en la colmena.
El problema es que junto al polen también se quedan adheridas otras sustancias carentes de interés dietético y, si las plantaciones han sido fumigadas, es posible que se recoja algo de los plaguicidas.
Por eso es importante la procedencia del polen que vayamos a consumir.
Otra manera de extraerlo es mediante aspiradores de muy poca potencia, siendo éste el modo normal que utilizan los grandes laboratorios.
Una vez recolectado, se le centrifuga con el fin de que todas las partículas de diferente peso se separen del polen, quedando al final solamente el alimento.
Remedios
El tratamiento de la prostatitis es quizá la única aplicación del polen por la medicina oficial, y aunque su uso no esté demasiado divulgado, lo cierto es que lleva muchos años utilizándose con éxito para curar prostatitis e hipertrofias prostáticas rebeldes.
Unido a ciertas normas dietéticas, estos enfermos ven desaparecidos todos los síntomas en poco más de una semana de tomarlo.
El único requisito es tomar la dosis correcta, ya que en dosis pequeñas no tiene apenas efecto.
También posee un marcado efecto antidepresivo muy superior a la mayoría de los antidepresivos químicos, por más que su efecto (al igual que la mayoría de los productos naturales) no sea espectacular desde las primeras tomas.
A este efecto antidepresivo hay que sumarle la ventaja de no generar efectos secundarios, de no sedar o intranquilizar al paciente y de aportarle unas energías físicas que con toda seguridad le ayudarán a la curación de su depresión.
Como terapia rejuvenecedora está fuera de duda, ya que las primeras investigaciones fueron hechas en base a que la mayoría de los apicultores tenían una salud extraordinaria y alcanzaban con facilidad los cien años.
Consumidores por fuerza del polen que no podían vender, estos hombres alcanzaron la juventud hasta edades en que nosotros los consideraríamos viejos.
Tanto su piel tersa como su aspecto delgado y erecto, su cabello abundante y su fecundidad a toda prueba motivaron el que los científicos pusieran su mirada en el polen como medio de prolongar la juventud.
Cuando así se hizo un nuevo efecto se mostró patente y una marcada acción afrodisíaca, la cual se manifestaba sobre todo en personas de la tercera edad.
Pero no solamente mejoraba el deseo de realizar el acto sexual, sino que también mejoraba el número y la cantidad de espermatozoides la cantidad de semen y, por este motivo, la fecundidad de los varones.
El polen, así mismo, es un eficaz restaurador de las cifras de hematies en caso de anemia, normaliza la tensión arterial de los hiper e hipotensos, restaura las heridas, acelera el bronceado, es un buen hepatoprotector, mejora las úlceras duodenales, protege la pared vascular e impide la proliferación de las varices, mejora la agudeza visual, potencia la inteligencia y retentiva, es un buen anabolizante muscular adecuado en aquellas personas que desean ganar peso o musculatura, aumenta el volumen de las mamas femeninas y se comporta como un excelente adaptógeno, en el sentido de permitirnos superar las pequeñas contrariedades y tensiones diarias.