Algas
Las algas poseen propiedades medicinales, nutritivas y terapéuticas.
Cocina
Algunas son comestibles, especialmente el agar-agar y el carragén.
Con ellas se preparan gelatinas, sopas y entremeses, mezclándolas con caldos de verduras, jugos de frutas, leche y otros líquidos, a razón de 5 a 10 g de agar-agar y de 30 a 50 g de carragén por litro de líquido.
Para añadir el carragén crudo a las ensaladas y las sopas, córtelo en tiritas finas (después de un corto remojo previo si fuera seco), y agregarlo al plato en la proporción de una cucharadita por persona.
Consumo
Consumido de este modo, resulta extraordinariamente eficaz para combatir la enteritis, los estreñimientos leves y las inflamaciones intestinales.
Las algas se adquieren en los herbolarios, se venden secas y se conservan durante mucho tiempo.
Cabe destacar que las algas son muy sanas porque no absorben tanta contaminación como los pescados.
Propiedades de las algas
Las algas son ricas en bromo y yodo, por lo que se recomiendan en casos de insuficiencia o desarreglos glandulares y trastornos de las funciones nerviosas.
Nutrición
La riqueza nutricional de las algas puede llegar a ser hasta veinte veces mayor que la de cualquier otro vegetal.
Remedios
Tomadas en infusión dan también excelentes resultados en el tratamiento de las afecciones de las vías respiratorias.
La infusión se prepara haciendo hervir muy lentamente durante diez minutos una cucharadita de carragón o un pellizco de agar-agar por taza.
Al final de la cocción puede añadirse una planta expectorante (preferentemente una ramita de tomillo), dejar el conjunto en infusión durante otros diez minutos y endúlzelo después con miel o azúcar de caña.
La gelatina de algas sirve como fijador de los cabellos rebeldes.