Soja

La soja es un alimento de un gran valor alimenticio.

Cocina

Quizás el producto que más aceptación ha tenido en el mundo ha sido la salsa de soja o tamarit, la cual se logra dejando fermentar los granos de soja, lo que aumenta grandemente su riqueza nutritiva y su digestibilidad.

Admite muy diversas preparaciones culinarias, tan deliciosas y nutritivas que permiten al vegetariano en ciernes perder pronto la nostalgia por la alimentación cárnica.

La semilla de la soja se utiliza sola en harinas.

Hay que evitar adquirir la harina de soja vieja, porque en este estado pierde sus grasas y sus vitaminas A, D y E.

Beneficios de la soja

La presencia de enzimas, lactobacilos mohos y otros microorganismos, le confieren a la salsa de soja propiedades similares al yogur, contribuyendo a facilitar la digestión y a impedir que se formen bacterias patógenas.

La combinación de la soja germinada con granos de trigo tostados y molidos, así como sal marina, produce este alimento riquísimo en aminoácidos esenciales y fácilmente asimilables, así como una cantidad importante de grasas insaturadas, entre las que no falta la lecitina.

Además de ser un buen condimento que hace innecesaria la adición de otros, alcaliniza la sangre haciéndola por tanto más resistente a las infecciones, robustece sin excitar el sistema nervioso y gracias a uno de sus componentes como el Zybicolin, se pueden eliminar las sustancias radiactivas ambientales que podamos absorber.

La soja es un alimento reconstituyente, energético, remineralizador y equilibrante.

Resulta útil por lo tanto para los niños con crecimiento insuficiente, para los agotados por exceso de trabajo físico o intelectual y para los enfermos de desmineralización o de los nervios.

Propiedades

La harina de soja cuya diferencia con la harina de trigo es la escasez de hidratos de carbono que tiene, siendo mucho más rica en grasas insaturadas.

La llamada leche vegetal no es otra cosa que el resultante de extraer mediante trituración el liquido que contiene la soja amarilla, que da lugar a una bebida muy nutritiva, con la que también se hace el queso de soja (tofu), el cual se consigue añadiendo a la leche, limón, magnesio y algo de sal.

El producto restante es más nutritivo que el queso de vaca, aunque sin la cantidad de grasas saturadas de éste.

Nutrición

La soja es una gramínea de gran utilidad para quienes temen no introducir suficientes prótidos y lípidos en su alimentación vegetariana.

La composición del aceite de soja es de 50 % de linoleico, 29 % de oléico, 10 % de palmítico y el resto de otros diversos.

Esta composición le proporciona buenas propiedades para prevenir los problemas derivados del consumo de grasas saturadas.

Contiene un 40% de prótidos,  de un 15% a un 20% de carne,  un 18% de lípidos (materias grasas), la carne contiene de un 1 a un 4% y un 2% de glúcidos en forma de azúcares asimilables.

Es por tanto un alimento constructor de primer orden, un importante energético, y de tan gran valor alimenticio que debe consumirse con moderación y más bien como complemento de otros platos que como plato solo.

Entre los diferentes elementos que se han encontrado podemos citar el magnesio, calcio, hierro, potasio, fósforo, sodio, azufre y vitaminas A (del crecimiento), B1 (del equilibrio nervioso y de la defensa contra las infecciones), B2 (de la renovación celular y cuya carencia acarrea el envejecimiento prematuro), D (antirraquítica) y E (de la fertilidad).