Tomates

Los tomates contienen gran abundancia de vitaminas y sales minerales.

Historia

El tomate es originario de Ámerica del Sur y fue cultivado por los aztecas en México.

Es una de las hortalizas más ampliamente utilizadas en todo el mundo y es un excelente aliado de la cocina.

Cocina

El tomate debe tomarse preferentemente crudo en ensalada, solo o mezclado con otras verduras crudas o con patata cocida.

Añadido a las pastas, neutraliza las fermentaciones y facilita su digestión.

No debe mezclarse con leche, queso, frutas dulces, chocolate, limón, miel ni productos de pastelería.

Propiedades del tomate

Su riqueza en vitaminas A, B y C, así como en sales alcalinas (citratos, tartratos y nitratos), le hacen ser un alimento bien asimilado incluso cuando se toma crudo y entero, con toda su piel y semillas.

Su abundancia de sales minerales, entre las que no falta el potasio, combate eficazmente la acidez de estómago, estimula el apetito, lucha contra la anemia infantil, combate el raquitismo y ayuda a calmar los nervios, favoreciendo el sueño.

Contrariamente lo que muchos creen, el tomate es ácido en apariencia ya que contribuye a alcalinizar los humores (sangre, entre otros) y a preservar, por consiguiente, el organismo de todas las posibles infecciones. Téngase además en cuenta que éstas se propagan mejor en medios ácidos.

Es necesario insistir en la necesidad de consumir el tomate crudo y entero (con piel, pulpa y semillas).

Estas están recubiertas de un mucílago que lubrifica las paredes intestinales, facilitando así la eliminación.

La piel, que es también útil en este sentido, da consistencia a los deshechos de la nutrición y a otros residuos que deben ser eliminados.

El zumo de tomate (sangre vegetal) contiene las numerosas sales alcalinas citadas y está particularmente recomendado para disolver concreciones úricas, alcalinizar la sangre, desinfectar las heridas y úlceras internas, suavizar las inflamaciones del tracto digestivo y desintoxicar la urea normal, así como los ponógenos engendrados por el cansancio y el exceso de trabajo.

Nutrición

Las sales minerales del tomate son sobre todo alcalinas (citratos, tartratos, nitratos), además del hierro (para la sangre) y fósforo (para los nervios).

Esta energía es por tanto aprovechada por el organismo antes de que este precise gastarla en asimilar el tomate y extraer de él los principios nutritivos y remineralizantes que contiene.

Como el tomate pasa por un estado clorofílico antes de alcanzar la maduración, acumula energía solar y la transmite al organismo desde su primer contacto con las papilas gustativas.

Por su contenido en vitamina A, el tomate regenera las células y sus vitaminas B y C presiden el equilibrio del reparto de las sustancias nutritivas y del sistema nervioso.

El tomate es vida que penetra por todas las células del organismo.

Beneficios

Elimina llagas y ulceraciones internas y evita la acumulación excesiva de los metabolitos de la fatiga, comportándose como un buen alimento para retardar el cansancio de los deportistas.

Es desintoxicante de los tejidos vasculares, en los cuales ejerce una buena acción de limpieza de sus paredes, neutraliza la acción pútrida de ciertos alimentos en malas condiciones, facilita la digestión de los almidones, en forma de gárgaras combate la difteria y ejerce un buen efecto laxante.

Remedios

Localmente, y junto al aceite de oliva, se aplica en forma de cataplasma para mejorar ulceras cutáneas y añadido a otros vegetales facilita su digestión.

Conviene a los enfermos de gota, artritis, reumatismo, intoxicación, urea, pletóricos, congestivos, nefríticos, o afectados de cálculos urinarios o biliares, estreñimiento, inflamación del canal intestinal y densidad excesiva de la sangre.

Por su acción desintoxicante y regeneradora de los tejidos, tomate es también apreciado contra la arterioesclerosis, la arteritis, la ateroma y todos los trastornos degenerativos.

En caso de enfermedad infecciosa da también excelentes resultados por sus propiedades antiácidas y antipútridas.

Curas con tomate

Para beneficiarse integralmente de todas las virtudes del tomate se impone una cura de tres semanas, durante la cual no debe ingerirse ningún otro alimento en todos los desayunos.

Así mismo, en el transcurso de esta cura, el primer plato de todas las comidas estará compuesto por dos o tres tomates o una de las tres semanas dedicará integramente al tomate con exclusión de cualquier otro alimento.

Para quienes perder peso por seguir esta cura, pueden complementar ésta con la ingestión de zumo de tomate antes de las comidas.

Unos pocos días a dieta exclusiva de zumo bastan para desintoxicar el organismo en profundidad.

Seria una buena costumbre dedicar habitualmente un día a la semana al consumo de tomates sin ningún otro alimento.

Uso externo

En uso externo el zumo se emplea como loción para el cutis, ya que rejuvenece la piel y elimina los puntos negros y otras imperfecciones.

Las hojas de la tomatera ahuyentan a los mosquitos, póngase un buen ramo de ellas en los lugares que convenga preservar.

En caso de picadura de insecto frótese la parte afectada con hojas previamente arrugadas.