Rábano de invierno

El rábano de invierno ayuda a combatir la tos.

Cocina

En la cocina, su raíz rallada se emplea en sustitución de la mostaza.

Propiedades del rábano de invierno

La riqueza en vitamina C del rábano de invierno hace de él un potente antiescorbútico.

Constituye un buen tónico de las vías respiratorias, empleándose sobre todo ante la presencia de catarros crónicos, asma o edemas pulmonares.

Remedios

Para el tratamiento de las vías respiratorias se preparan cataplasmas revulsivas con raíz picada y decocciones de la misma raíz en leche.

Para combatir la tos, no hay nada tan eficaz como el jarabe de rábano de invierno que se obtiene alternando capas de rodajas de rábano y capas de azúcar de caña sobre un trozo de gasa colocado sobre una fuente o directamente en un plato hondo.

El jugo que se desprende se toma en dosis que oscilan desde una cucharadita pequeña, a una cucharada sopera, según la edad.

La acción diurética y revulsiva de este rábano proporciona resultados especialmente buenos en el tratamiento de la gota y el reumatismo, independientemente de las aplicaciones locales de la raíz picada, debe ingerirse una cucharadita de la misma ralladura, e, inmediatamente después, una decocción de sumidades de enebro, que debe prepararse hirviendo una cucharada sopera por taza de agua y dejando el conjunto en infusión durante 10 minutos.