Salvia
La salvia es un condimento perfecto para aromatizar platos.
Historia
Pertenece a la familia de las Labiadas, y se encuentra en tierras áridas calcáreas de casi todas las regiones mediterráneas.
Florece a partir del mes de mayo y sus flores tienen un bello color morado mientras las hojas son rugosas y grisáceas.
Cocina
La salvia se utiliza mucho en la cocina para condimentar carnes, legumbres y otros guisos, y es una muy buena costumbre, porque esta planta confiere un sabor muy agradable y unas propiedades muy valiosas a todos los alimentos que acompaña.
Combina bien con las legumbres que mejoran su digestibilidad, también con los pescados grasos, frituras y plancha de hortalizas y quesos cremosos.
Igual que en la ajedrea, la salvia es un complemento indispensable de la salsa de tomate.
Propiedades de la salvia
Las personas con estómago perezoso deben apreciar la salvia porque provoca una agradable sensación de calor en este órgano.
La misma planta es capaz de provocar la transpiración en los casos en que ésta es deseable como gripes, enfriamientos, fiebre, etc, y evitar los sudores mórbidos en determinadas enfermedades graves.
Igualmente se revela como un eficaz estimulante del sistema nervioso (en especial en casos de astenia nerviosa) y un valiosísimo calmante de la mayor parte de los estados de excitación, dolores y temblores y determinados trastornos mentales, tales como la neurastenia, los estados de ansiedad, los vómitos espasmódicos o la tos nerviosa.
Beneficios
Actúa muy favorablemente sobre la médula espinal y sobre todo el aparato circulatorio.
La salvia es un descongestionante del hígado y los riñones, antidiarréica y emenagoga.
Se le atribuyen muchos beneficios en la medicina natural como propiedades hipoglucemiantes (hace descender la glucosa en sangre), normaliza las funciones menstruales y disminuye los sudores y calores en los estados febriles.
Unas hojas de salvia en el agua de cocción de las zanahorias resultan astringentes y la tisana de salvia resulta agradable y tonificante.
Remedios
Debe utilizarse abundantemente, tanto en cocina como en infusiones, durante el último mes del embarazo para atenuar al mínimo los dolores del parto.
Aparte de su empleo como condimento, se utiliza también en infusión, a razón de 2 o 3 g por taza tomando una taza al final de cada comida o antes de acostarse.
La misma infusión se utiliza en uso externo sobre las heridas mal cicatrizadas o las úlcera atónicas, en forma de baños bucales contra las aftas y las hemorragias de las encías y en forma de gargarismos para curar las anginas.
Para reforzar las encías se mastican las hojas frescas, y también se utilizan como dentífrico utilizando las hojas secas previamente reducidas a polvo.
Los baños con decocción de salvia, tanto totales como locales, son a la vez tónicos y calmantes.
Las dolores de garganta y las períodos irregulares
Salvia viene de «salvare», curar en latín, y es que esta hierba se utiliza desde tiempos inmemoriales para tratar los más variados síntomas.
Está especialmente indicada para aliviar todos los problemas relacionados con la garganta.
Los de salvia desinfectan la zona y curan las infecciones.
También se utiliza para estimular la digestión y como tónico nervioso, ya que tanto sirve para estimular como para calmar.
Uno de sus usos más espectaculares es el de regulador hormonal.
La infusión de salvia, tomada con regularidad, sirve para aliviar los síntomas de la menopausia (especialmente los sofocos), y también para normalizar los períodos irregulares o escasos.