Coles

La col mezclada con zumo de limón e introducido en los oídos puede mejorar algunos casos de sordera.

Cocina

Las coles soportan mal la cocción en agua porque las despoja de sus mejores bienes.

Cocida en abundante agua es bastante indigesta, ya que absorbe gran cantidad de líquido y por eso es mejor tomarla cruda o en ensalada, o extraer su zumo con la licuadora, así se pueden aprovechar mejor sus cualidades curativas.

Por el contrario, consumidas en estofado o mejor aún, crudas y cortadas en tiritas finas y sazonadas con aceite de oliva y un poco de sal y limón, sus principios permanecen intactos, inofensivos y beneficiosos.

Pero a veces es necesario hervirlas, para utilizar el agua de cocción con fines terapéuticos.

Este caldo concentrado y sin sal, elaborado con 60 g. de col por litro de agua, mantenido al fuego durante largo tiempo y aromatizado con 70 g. de miel, tonifica los bronquios y contribuye a combatir las afecciones pulmonares catarros, etc.

Propiedades

El repollo, la más familiar de las coles, posee virtudes múltiples y muy señaladas propiedades, entre ellas las de abrir el apetito y ser reconstituyente y remineralizador, gracias a su riqueza en arsénico, calcio y yodo.

Tiene un extraordinario poder vitanímico, lo que les confiere las propiedades de revitalizar, combatir el escorbuto y contribuir al embellecimiento de la tez.

Contrariamente a lo que se cree es muy favorable para el intestino, que se ve muy mejorado por el mucíelago, el azufre y las sales de potasa de las coles, siempre que estas sustancias no se pierdan en un agua de cocción demasiado abundante.

Rica en nitrógeno (l,7 gr), es válida para suministrar proteínas y su contenido en mucílago suaviza las paredes intestinales.

La gran presencia de clorofila en sus hojas le dan propiedades para aumentar la hemoglobina sanguínea y tratar así la anemia, al mismo tiempo que se le suman los otros minerales que contiene, como son el magnesio, el potasio y el calcio.

Fermentada y con vino es un excelente depurativo y desinfectante del tracto digestivo, así como más nutritiva que en su estado original.

Beneficios

La clorofila de las coles favorece la producción de hemoglobina, propiedad esta que debe tenerse en cuenta a la hora de tratar las anemias.

Desde hace poco tiempo, está demostrado que la clorofila combate el olor de la transpiración corporal.

Su acción beneficiosa en la úlcera de estómago, gracias a su riqueza en vitamina U, es lo que le ha dado una nueva popularidad a este vegetal, siendo además rica en vitamina C, hierro y fósforo, además de arsénico, calcio y yodo.

Por su riqueza en magnesio potasio y calcio, son susceptibles de acumular en el organismo los elementos de defensa más activos para protegerlo contra la enfermedad (incluido el cáncer).

Además de estar recomendadas contra la nefritis, contribuyen a desembarazar al intestino de huéspedes intempestivos tales como áscaris y lombrices.

Consumo

Su poder vermífugo está especialmente localizado en el jugo que debe extraerse con prensa frutas o licuadora y tomarse en dosis de 20 a 30 g diarios.

En todo proceso de debilitamiento pulmonar es preciso ingerir la col cruda para no perder su esencia sulfurada que es muy volátil.

Dicho sea de paso, este azufre constituye un remedio interno de la seborrea de la piel y de determinados eccemas.

Remedios

La col tiene un extraordinario poder como tópico epiteliógeno susceptible de resolver, absorber y cicatrizar determinadas llagas y úlceras varicosas.

Deben por tanto aplicarse sin ningún temor sobre las zonas afectadas las hojas crudas, previamente maceradas durante algunas horas en agua fuertemente acondicionada de zumo de limón.

Mantener estas cataplasmas con una venda no muy apretada, renovándolas dos veces al día y una más por la noche antes de acostarse.

El mismo tratamiento está indicado para curar las heridas y úlceras inflamadas, los ántrax, las quemaduras, los panadizos, los abscesos, los forúnculos, las grietas de los senos y la costra de leche (colocando en este último caso las hojas solamente en la cabeza puesto que si el rostro está también afectado se curará igualmente).

Para combatir la artritis, los dolores reumáticos, las enuralgias, la ciática, el dolor de costado o de pleuritis, los esguinces, las parálisis parciales, la gota o la obstrucción del bazo.

En estos casos, aplicar las hojas bien calientes, cubiertas con un tejido que abrigue y sujetas con una venda.

Para mayor eficacia conviene superponer tres o cuatro hojas.

Se prescribe tratamiento de las nueralgias faciales mediante aplicación tópica de hojas de repollo cocidas en leche.

En casos de erisipela, es aconsejable aplicar en forma de loción el mismo jugo citado para la eliminación de los parásitos intestinales.

Mezclado con miel combate la afonía.

Subrayar el curioso papel que desempeña la col en la alimentación de un portador de ascitis.

Un enfermo, sometido a un régimen fuertemente enriquecido con coles de diferentes especies, muestra un importante aumento de su diuresis, y en estas condiciones al cabo de varios días de tratamiento, presenta una notable elevación de la curva urinaria.

Los enfermos de asma deben hervir durante largo tiempo la médula contenida en el tallo del repollo juntamente con almendras.

Después de reducir el liquido, agregar azúcar de caña y llevar nuevamente a bullición para obtener un jarabe del que debe tomarse directamente un vasito por la mañana y otro antes de acostarse.

Para cualquier modo de empleo, utilice preferentemente la lombarda o el repollo rizado de hoja verde.

Con determinadas variedades de repollo se prepara el choucroute por fermentación en contacto con sal.

Esta fermentación provoca la formación de ácido láctico, sustancia que hace del choucroute un excelente desinfectante y depurativo del tracto gastrointestinal, siempre bien entendido, que dicha fermentación no se haya provocado por procedimientos químicos.

Tolerancia

Las coles de Bruselas están contraindicadas en casos de bocio o tendencia a él, ya que contienen sustancias que frenan el tiroides.