Escarola, endivia y achicoria
La escarola, endivia y achicoria son ricas en hierro y clorofila y contribuyen al enriquecimiento de la sangre.
Cocina
Estas verduras se consumen en ensalada, aderezadas con aceite, limón, y ajo.
También pueden prepararse hervidas o en caldos refrescantes.
Propiedades de la escarola, endivia y achicoria
Gracias a sus principios amargos, de inestimable valor para el hígado y para la nutrición por consiguiente, estas especies son además diuréticas, laxantes, aperitivas y tónicas del estómago.
Estimulan también las secreciones biliares y gástricas y se recomiendan para combatir la artritis, la gota, la ictericia, los cálculos y los trastornos del bazo sobrecargado.
Debido a su contenido en sales minerales y vitamina C, favorecen la asimilación y actúan sobre los órganos de protección.
Beneficios
Estas son extremadamente importantes por sus virtudes y en especial, por las que se refieren a la depuración de la sangre y la remineralización del organismo debilitado.
La más activa de todas es la achicoria silvestre o achicoria amarga, que contiene también fósforo, aunque las variedades cultivadas (achicoria de corte o endivia corriente, endivia de Bruselas, achicoria de Milán, escarolas de hoja ancha y de hoja rizada, etc.) mejor apreciadas por el paladar, no deben tampoco desdeñarse.
La endivia corriente, sin embargo, como otros vegetales sin pigmentación es la que tiene menor interés, y debe sustituirse, siempre que sea posible, por la variedad de hoja verde.
Remedios
El caldo de achicoria es bueno para curar los catarros y enfriamientos acompañados de fiebre.