La diabetes es una enfermedad de la nutrición caracterizada por la imposibilidad de aprovechar debidamente el azúcar o glucosa procedente de los alimentos en la producción de energía.
El azúcar no empleado se acumula en la sangre, de donde ha de ser eliminado por la orina como si fuera una substancia extraña, por tal motivo se encuentra azúcar en la orina.
En el diabético, además, el hígado no puede retener el azúcar en forma de reservas acumuladas, con lo que va pasando constantemente a la sangre el azúcar que debía quedar como reserva en el hígado.
La causa de este trastorno es la pérdida por parte del páncreas del poder de fabricar debidamente su secreción interna, que es la insulina, la cual interviene en la distribución y utilización del azúcar en el cuerpo.
Muchas son las causas que hacen enfermar al páncreas en su papel de productor de insulina: arteriosclerosis, contusiones, alcoholismo, infecciones, etc.
Pero la más importante es la acción de la vida y alimentación antinaturales ejercida por largo tiempo.
Por tal motivo, la diabetes aparece en edades medias de la vida, y muy frecuente entre los obesos, artríticos, gotosos, enfermos de arteriosclerosis, etc.
Las personas muy comedoras son las que con más frecuencia se vuelven diabéticas.
Los síntomas de la diabetes son: sed, hambre voraz, orina pálida, abundante y espumosa, sequedad de la garganta, debilidad, adelgazamiento, palidez, etc.
La influencia de la alimentación antinatural se transmite a los descendientes en el sentido de que la tendencia a la diabetes es hereditaria.
Muchos son los peligros a que expone la diabetes: gran ataque diabético, intoxicación ácida, ceguera, apoplejía, dolores y parálisis, supuraciones, furúnculos y ántrax, etc.
El régimen impuesto a los diabéticos ha cambiado muchas veces.
Antes del descubrimiento de la insulina todo se confiaba al régimen, pero con el descubrimiento de la misma, el régimen quedó en lugar secundario.
Después de que la insulina no resolvió completa y definitivamente el problema de la curación de la diabetes, el régimen es el recurso fundamental a que se acude en todos los casos, mientras que la insulina ha pasado a segundo término.